CAPITULO DIEZ
N/A: El siguiente fic contiene lenguaje adulto y sexo explícito. Menores de 18 leen bajo su responsabilidad.
El patio estaba vacío. El timbre había
sonado hacía un par de minutos y los alumnos se hallaban en sus respectivas
aulas. O casi todos.
- ¿Dónde está la señorita Vetrano?-
preguntó altaneramente la profesora Venides, que daba matemáticas. Hubo algunos
murmullos.
- Creo que tenía que hacer un
recuperatorio...- susurró una de las chicas que se sentaba más adelante.
- ¿Un recuperatorio? ¿De qué?
- De Biología.
- ¿Y tenía que ser en mi hora?
- No lo se, profesora. El profe Dalmau la
mandó a llamar en la hora anterior y dijo que bajara ahora, que tenía una hora
libre, porque después se le iba a hacer imposible. Creo que dijo que le había
dejado la autorización en el escritorio, o algo asi...
La profesora Venides tomó el Libro de Temas
y encontró el dichoso papel. Lo guardó, tal vez con más energía de la
necesaria, y empezó a copiar algunos ejercicios en el pizarrón.
Sin embargo, Candela no hacía ningún
recuperatorio.
En ese momento se encontraba en el despacho
del profesor. Él estaba sentado en su silla, con su camisa abierta y sus
pantalones desabrochados. Su pija estaba dentro del culito de Candela, que solo
llevaba el sostén, precariamente sostenido sobre su cuerpo. Gastón la manejaba
tomandola de las caderas, mientras ella, dándole la espalda, entraba y salía de
él, conteniendose para no gritar como quería hacerlo.
- AHHHHHHHHHHHHHHHH- suspiró él con la
respiración entrecortada. Ella se hechó hacia adelante, con el rostro
placentero, ayudando a aumentar la velocidad de los vaivénes.
- AHHHHHHHHHHHHH profeeeeeeee!!!! mas
fuerte!!!! mas fuerteeeeee!!!!!!
Gastón se mordió el labio, mientras con una
de sus manos acariciaba la espalda de la joven, desabrochando al fin su sosten.
Sus labios juguetones besaban su espalda, su cuello juvenil. Las manos
siguieron adelante, rozando y pellizcando sus pechos con sus dedos, jugando con
sus pezones, hasta el borde del deseo que los estaba uniendo.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh- gritó ella,
mientras la mano de Gastón se volvía hasta su boca, para ahogar el grito. Ella
acabó, con una sonrisa en su rostro, placentera y complaciente. Siguió
moviendose con la pija del profesor dentro suyo, antes de salir con suavidad,
para besarlo suavemente.
- Ahora le toca a usted, profe...- exclamó
sin dejar de sonreir.
Él se paró, ya solo con la camisa. Ella se
colgó de su cuello, dejando que sus manos se metieran bajo la tela para
acariciar la espalda del rubio. De un solo movimiento, se colgó de él,
enredando las piernas en sus caderas. Gastón la abrazó con fuerza, sintiendo
sus pezones duros en su pecho, excitandose aún mas. Tomándola de la cintura,
dejó que su conchita, todavía mojada, acariciara su pija. Cuando ya no pudo
aguantarlo, la arrinconó contra una pared. Ella sintió el contacto frío de la
pared en su espalda, mientras él tomaba su pija y se encargaba de meterla
dentro de ella.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh- suspiró
ella, de manera constante y entrecortada, con la voz más baja que le salió.
- ¿Te gusta?- preguntó él, aprovechando
para besar sus pechos, y chupar sus pezones, dejandolos aún más erizados.
- Me encantaaaaaaaa!!!!!!- susurró ella,
relamiendose, con la lengua alrededor de sus labios. Gastón la abrazó,
aferrandose más a la pared, mientras ella seguía gimiendo en su oído, y él
sentía que llegaba al clímax.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ya llego!!!!!!-
sintió que acaba dentro de ella, relajandose y besándola suavemente, mientras
ella se descolgaba de su cintura. Quedaron un momento en silencio, tratando de
recuperar la respiración, de normalizarla. Él sonrió con satisfacción. Se
acercó a ella y, suavemente, corrió un mechón de cabello de su cuello, dejando
pequeños besos en su hombro, mientras le hablaba en voz baja.
- ¿Te gusta, no? ¿Te gusta ser la putita de
tu profesor?
Ella se recogió el cabello con las manos
dejando que el subiera los besos hasta pasar su misma lengua por el cuello de
la morocha.
- Me encanta, profe!- exclamó antes de
tomar su rostro y besarlo, aferrandose a él, mientras sus lenguas jugaban entre
sí.
- Bueno...- dijo él un momento después.-
Tenés que volver a clase, Candela. La profesora se va a enojar.- Le guiñó un
ojo.
Ella sonrió y empezó a vestirse.
**************************
Nico y Euge caminaban de la mano,
atravesando una plaza llena de árboles.
- Ahhh bonito!!- sonrió ella, poniendo sus
manos en los bolsillos del rubio y frenandolo para darle un tierno beso.- Que
lindo que hayas podido venir hoy, pensé que no iba a poder verte hasta el
finde...- exclamó haciendo puchero.
Él la besó.
- Obvio que iba a venir, hermosa- sonrió.
Dieron unas vueltas sin abandonar ese buen
humor. Pero con el caer de la tarde empezó a refrescar y Nico propuso que
fueran al cine a ver alguna pelicula. Ella asintió y sacaron las entradas. Como
era un día de semana, la sala estaba vacía. Solo había dos chicas sentadas en
las primeras filas. Ellos fueron a las de más arriba, porque no les gustaba ver
tan de cerca.
Empezó y se dieron cuenta en seguida de que
era malísima. En la oscuridad, Euge quiso acercar su mano a la del rubio,
rozando su pija en el camino, sin querer.
El sonrió y la miró con picardía.
- Mmmmm ¿Qué pasa, mi amor? ¿Querés que le
pongamos diversión a la sala?- susurró.
Ella lo miró seductoramente, sonriendo, y
volvió a pasar su mano por el pantalón de su novio, suavemente, mientras él
deslizaba la suya por la pierna de la rubia, abriéndolas. Ella llevaba un
vestido, por lo que fue fácil para él empezar a tocar su conchita por encima de
la ropa interior, mientras ella abría mas las piernas para facilitarle la
tarea.
Euge empezó a frotar su mano por el
pantalón de Nico cada vez con más energía. Finalmente lo desabrochó y sacó su
pija afuera, agachandose sobre el asiento y metiendosela en la boca.
- Ahhhhhhh siiiiii, no pares mi vidaaaa!!!-
suspiró él, mientras con una mano presionaba la cabeza de la rubia y con la
otra empezaba a tocar su colita, metiendo la mano bajo su ropa interior.
Euge succionaba la pija de su novio con sus
labios, acelerando los movimientos cada vez mas, hasta el punto de
atragantarse, mientras él presionaba sobre ella y se mordía el labio por el
placer que le estaba provocando.
La rubia dejó la pija de su novio, que
estaba completamente parada, y lo besó con pasión y deseo.
- Mmmm- susurró él, mientras ella le daba
pequeños besitos.- ¿No te querés sentar arriba mio, bebe?
Ella sonrió, levantó su vestido, y se sentó
sobre él, dándole la espada y de frente a la pantalla. Nico acarició su cola y,
corriendole la tanga, se la metió en el culo.
- AHHHHHHHHHHHHHHH- suspiró ella, lo más
bajo que pudo, mientras Nico manejaba sus caderas para entrar y salir de ella a
mayor velocidad.
- AHHHHHHH QUE HERMOSO CULITO QUE TENES, MI
AMOR!
Ella sonrió, apoyando sus manos en los
asientos de adelante para ayudarse y aumentar aún mas los vaivénes. Cuando se
cansó de la posición, se volvió para besar una vez más a su novio. Se sentó en
el respaldo de los asientos de adelante, abriendo las piernas, y Nico se la
puso por adelante.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh mas fuerte,
Nicoooo!!!!!- pidió ella, con el rostro contorsionado por el placer.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh- suspiró él,
disfrutando de la situación y del cuerpo de su novia!- ahhhh que buena que
estás, mi vida! como me gustas, morochaaaa!!!!
Euge, sin dejar de mover sus caderas para
ayudar a su novio, esbozó una sonrisa.
- Ahhh que gracioso, mi amor!- sonrió, con
la voz entrecortada.- Más fuerte, morocho!- él sonrió algo nervioso, pero ella,
inclinada para atrás por el placer, no lo notó. Su novio salió de ella,
acabando en su pancita desnuda, mientras se besaban tratando de acomodarse la
ropa.
- Fue genial!!!- exclamó la rubia.
La película todavía no había terminado.
Euge se sentó nuevamente, con su novio de la mano, apoyando su cabeza en el
hombro del rubio, que no podía ni mirar la pantalla. ¿Cómo había podido tener
semejante fallido? ¿Cómo había podido decirle morocha?
............................
Candela caminaba apresurada por el pasillo.
Empezó a subir las escaleras, salteado algunos escalones para hacerlo más
rápido, mientras revisaba que no hubiera nada sospechoso en su vestuario. El
vibrar de su celular la sobresaltó. Pero apenas leyó el mensaje que acababa de
llegarle, solo pudo sonreir.
--- Tatiii <3
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