martes, 17 de abril de 2012

CAPITULO DIEZ

 

CAPITULO DIEZ
 
N/A: El siguiente fic contiene lenguaje adulto y sexo explícito. Menores de 18 leen bajo su responsabilidad. 
 
 
El patio estaba vacío. El timbre había sonado hacía un par de minutos y los alumnos se hallaban en sus respectivas aulas. O casi todos.
- ¿Dónde está la señorita Vetrano?- preguntó altaneramente la profesora Venides, que daba matemáticas. Hubo algunos murmullos.
- Creo que tenía que hacer un recuperatorio...- susurró una de las chicas que se sentaba más adelante.
- ¿Un recuperatorio? ¿De qué?
- De Biología.
- ¿Y tenía que ser en mi hora?
- No lo se, profesora. El profe Dalmau la mandó a llamar en la hora anterior y dijo que bajara ahora, que tenía una hora libre, porque después se le iba a hacer imposible. Creo que dijo que le había dejado la autorización en el escritorio, o algo asi...
La profesora Venides tomó el Libro de Temas y encontró el dichoso papel. Lo guardó, tal vez con más energía de la necesaria, y empezó a copiar algunos ejercicios en el pizarrón.

Sin embargo, Candela no hacía ningún recuperatorio.
En ese momento se encontraba en el despacho del profesor. Él estaba sentado en su silla, con su camisa abierta y sus pantalones desabrochados. Su pija estaba dentro del culito de Candela, que solo llevaba el sostén, precariamente sostenido sobre su cuerpo. Gastón la manejaba tomandola de las caderas, mientras ella, dándole la espalda, entraba y salía de él, conteniendose para no gritar como quería hacerlo.
- AHHHHHHHHHHHHHHHH- suspiró él con la respiración entrecortada. Ella se hechó hacia adelante, con el rostro placentero, ayudando a aumentar la velocidad de los vaivénes.
- AHHHHHHHHHHHHH profeeeeeeee!!!! mas fuerte!!!! mas fuerteeeeee!!!!!!
Gastón se mordió el labio, mientras con una de sus manos acariciaba la espalda de la joven, desabrochando al fin su sosten. Sus labios juguetones besaban su espalda, su cuello juvenil. Las manos siguieron adelante, rozando y pellizcando sus pechos con sus dedos, jugando con sus pezones, hasta el borde del deseo que los estaba uniendo.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh- gritó ella, mientras la mano de Gastón se volvía hasta su boca, para ahogar el grito. Ella acabó, con una sonrisa en su rostro, placentera y complaciente. Siguió moviendose con la pija del profesor dentro suyo, antes de salir con suavidad, para besarlo suavemente.
- Ahora le toca a usted, profe...- exclamó sin dejar de sonreir.
Él se paró, ya solo con la camisa. Ella se colgó de su cuello, dejando que sus manos se metieran bajo la tela para acariciar la espalda del rubio. De un solo movimiento, se colgó de él, enredando las piernas en sus caderas. Gastón la abrazó con fuerza, sintiendo sus pezones duros en su pecho, excitandose aún mas. Tomándola de la cintura, dejó que su conchita, todavía mojada, acariciara su pija. Cuando ya no pudo aguantarlo, la arrinconó contra una pared. Ella sintió el contacto frío de la pared en su espalda, mientras él tomaba su pija y se encargaba de meterla dentro de ella.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh- suspiró ella, de manera constante y entrecortada, con la voz más baja que le salió.
- ¿Te gusta?- preguntó él, aprovechando para besar sus pechos, y chupar sus pezones, dejandolos aún más erizados.
- Me encantaaaaaaaa!!!!!!- susurró ella, relamiendose, con la lengua alrededor de sus labios. Gastón la abrazó, aferrandose más a la pared, mientras ella seguía gimiendo en su oído, y él sentía que llegaba al clímax.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ya llego!!!!!!- sintió que acaba dentro de ella, relajandose y besándola suavemente, mientras ella se descolgaba de su cintura. Quedaron un momento en silencio, tratando de recuperar la respiración, de normalizarla. Él sonrió con satisfacción. Se acercó a ella y, suavemente, corrió un mechón de cabello de su cuello, dejando pequeños besos en su hombro, mientras le hablaba en voz baja.
- ¿Te gusta, no? ¿Te gusta ser la putita de tu profesor?
Ella se recogió el cabello con las manos dejando que el subiera los besos hasta pasar su misma lengua por el cuello de la morocha.
- Me encanta, profe!- exclamó antes de tomar su rostro y besarlo, aferrandose a él, mientras sus lenguas jugaban entre sí.
- Bueno...- dijo él un momento después.- Tenés que volver a clase, Candela. La profesora se va a enojar.- Le guiñó un ojo.
Ella sonrió y empezó a vestirse.


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Nico y Euge caminaban de la mano, atravesando una plaza llena de árboles.
- Ahhh bonito!!- sonrió ella, poniendo sus manos en los bolsillos del rubio y frenandolo para darle un tierno beso.- Que lindo que hayas podido venir hoy, pensé que no iba a poder verte hasta el finde...- exclamó haciendo puchero.
Él la besó.
- Obvio que iba a venir, hermosa- sonrió.
Dieron unas vueltas sin abandonar ese buen humor. Pero con el caer de la tarde empezó a refrescar y Nico propuso que fueran al cine a ver alguna pelicula. Ella asintió y sacaron las entradas. Como era un día de semana, la sala estaba vacía. Solo había dos chicas sentadas en las primeras filas. Ellos fueron a las de más arriba, porque no les gustaba ver tan de cerca.
Empezó y se dieron cuenta en seguida de que era malísima. En la oscuridad, Euge quiso acercar su mano a la del rubio, rozando su pija en el camino, sin querer.
El sonrió y la miró con picardía.
- Mmmmm ¿Qué pasa, mi amor? ¿Querés que le pongamos diversión a la sala?- susurró.
Ella lo miró seductoramente, sonriendo, y volvió a pasar su mano por el pantalón de su novio, suavemente, mientras él deslizaba la suya por la pierna de la rubia, abriéndolas. Ella llevaba un vestido, por lo que fue fácil para él empezar a tocar su conchita por encima de la ropa interior, mientras ella abría mas las piernas para facilitarle la tarea.
Euge empezó a frotar su mano por el pantalón de Nico cada vez con más energía. Finalmente lo desabrochó y sacó su pija afuera, agachandose sobre el asiento y metiendosela en la boca.
- Ahhhhhhh siiiiii, no pares mi vidaaaa!!!- suspiró él, mientras con una mano presionaba la cabeza de la rubia y con la otra empezaba a tocar su colita, metiendo la mano bajo su ropa interior.
Euge succionaba la pija de su novio con sus labios, acelerando los movimientos cada vez mas, hasta el punto de atragantarse, mientras él presionaba sobre ella y se mordía el labio por el placer que le estaba provocando.
La rubia dejó la pija de su novio, que estaba completamente parada, y lo besó con pasión y deseo.
- Mmmm- susurró él, mientras ella le daba pequeños besitos.- ¿No te querés sentar arriba mio, bebe?
Ella sonrió, levantó su vestido, y se sentó sobre él, dándole la espada y de frente a la pantalla. Nico acarició su cola y, corriendole la tanga, se la metió en el culo.
- AHHHHHHHHHHHHHHH- suspiró ella, lo más bajo que pudo, mientras Nico manejaba sus caderas para entrar y salir de ella a mayor velocidad.
- AHHHHHHH QUE HERMOSO CULITO QUE TENES, MI AMOR!
Ella sonrió, apoyando sus manos en los asientos de adelante para ayudarse y aumentar aún mas los vaivénes. Cuando se cansó de la posición, se volvió para besar una vez más a su novio. Se sentó en el respaldo de los asientos de adelante, abriendo las piernas, y Nico se la puso por adelante.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh mas fuerte, Nicoooo!!!!!- pidió ella, con el rostro contorsionado por el placer.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh- suspiró él, disfrutando de la situación y del cuerpo de su novia!- ahhhh que buena que estás, mi vida! como me gustas, morochaaaa!!!!
Euge, sin dejar de mover sus caderas para ayudar a su novio, esbozó una sonrisa.
- Ahhh que gracioso, mi amor!- sonrió, con la voz entrecortada.- Más fuerte, morocho!- él sonrió algo nervioso, pero ella, inclinada para atrás por el placer, no lo notó. Su novio salió de ella, acabando en su pancita desnuda, mientras se besaban tratando de acomodarse la ropa.
- Fue genial!!!- exclamó la rubia.
La película todavía no había terminado. Euge se sentó nuevamente, con su novio de la mano, apoyando su cabeza en el hombro del rubio, que no podía ni mirar la pantalla. ¿Cómo había podido tener semejante fallido? ¿Cómo había podido decirle morocha?

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Candela caminaba apresurada por el pasillo. Empezó a subir las escaleras, salteado algunos escalones para hacerlo más rápido, mientras revisaba que no hubiera nada sospechoso en su vestuario. El vibrar de su celular la sobresaltó. Pero apenas leyó el mensaje que acababa de llegarle, solo pudo sonreir.

  --- Tatiii <3

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